Las gotas caen
y lavan el calor del día sofocante,
lavan las risas y los llantos
de todos los patios
y de todas las calles.
Agua
que llena las bocas de tormenta
y ensopa todos los zapatos.
Entra y visita los pisos y alfombras
que se asoman a la luz de las ventanas abiertas.
Lluvia que limpia los mármoles de las tumbas,
hogares resecos de la historia.
Su sonido evoca
las siestas de los domingos
de ventana abierta y sin horarios.
Los niños bailan bajo su melodía,
con la ropa pegada al cuerpo.
Hermoso baile de bautismo estival
que nos deja la nostalgia
del sol rabioso del verano.
Comments